¿Nariz tapada? Causas, síntomas y remedios para volver a respirar bien.

¿Tienes la nariz tapada y no sabes cómo librarte de ella? Este artículo es para ti.

La nariz tapada es un trastorno que suele conocerse como congestión nasal y es una afección muy común. Se manifiesta como una acumulación de mucosidad e inflamación de las mucosas nasales asociada a menudo a resfriados y otras afecciones respiratorias.

Afortunadamente, suele ser un problema transitorio que no presenta complicaciones particulares y puede tratarse fácilmente por sí solo. El tratamiento suele incluir sencillos cambios de comportamiento, remedios naturales o el uso de productos descongestionantes. Aunque puede causar molestias temporales, no suele tener consecuencias particulares.

¿Cuáles son las causas de la congestión nasal?

La congestión nasal puede deberse a diversas afecciones o enfermedades que provocan una producción excesiva de mucosidad o alteran la estructura de los vasos sanguíneos de las fosas nasales. Las posibles causas principales de la congestión nasal son:

• Gripe.
• Resfriados.
• Alergias (al polen, al polvo o estacionales).
• Rinorrea: goteo nasal.
• Rinitis y sinusitis: infecciones de las vías respiratorias e inflamación de los senos paranasales.
• Desviación del septo nasal.
• Inhalación de una cantidad importante de humo de cigarrillo.
• Embarazo.
• Agrandamiento de las adenoides: puede ser un problema importante, especialmente en los niños. Esta afección puede provocar trastornos del sueño, como apnea del sueño, niveles bajos de oxígeno en sangre y, en casos extremos, incluso insuficiencia cardíaca.

¿Cuáles son los síntomas de la congestión nasal?

La congestión nasal suele identificarse con el sinónimo de obstrucción nasal o nariz tapada y es un problema frecuente de las vías respiratorias, especialmente durante los meses de invierno.

Esta molestia es el resultado de la dilatación de grandes venas de la mucosa nasal, denominadas senos venosos. Los senos venosos se agrandan debido a la inflamación, provocando una inflamación que puede bloquear parcial o totalmente la cavidad nasal, obstruyendo el flujo normal de aire y dificultando la respiración. Dado que las venas pueden contraerse y dilatarse cíclicamente, la inflamación puede cambiar a lo largo del día y afectar a una o ambas fosas nasales a su vez.

Algunos síntomas típicos asociados a la congestión nasal son:

• Rinorrea (goteo nasal): estornudos frecuentes, ojos llorosos y disminución del sentido del olfato.
• Disnea: indica una dificultad para respirar y provoca una sensación de angustia a la persona que la experimenta. Durante la noche, sobre todo, provoca alteraciones que pueden perjudicar el sueño, aumentando el riesgo de episodios de apnea del sueño. Esto provoca sensación de cansancio, irritabilidad y malestar general durante el día.
• Picor de las mucosas nasales.
• Aparición de flemas.
• Fiebre y dolor de cabeza.
• Dolor en el pecho y en la cara.
• Inapetencia y náuseas.

¿Ha experimentado alguna vez congestión nasal sin la presencia de un resfriado?

Puede ocurrir que experimente congestión nasal en ausencia de mucosidad o resfriado. En estos casos, la congestión nasal se produce cuando se alteran los vasos sanguíneos que irrigan las mucosas de la nariz. Normalmente, las arterias, venas y capilares están parcialmente abiertos o ligeramente contraídos. Sin embargo, algunos factores pueden provocar su dilatación excesiva, en particular

• Ejercicio físico intenso.
• El consumo excesivo de tabaco.
• Cambios importantes de la temperatura ambiente.
• El estrés emocional.

¿Cuáles son los tratamientos y remedios para la congestión nasal?

Para aliviar la congestión nasal, es preferible utilizar remedios naturales. Los remedios naturales, a diferencia de los fármacos descongestionantes, no provocan dependencia ni adicción, el llamado «efecto rebote» que lleva a la necesidad de utilizar cada vez más productos para obtener los mismos beneficios.

Veamos los principales remedios naturales para combatir la congestión nasal:

• Lavados nasales con soluciones salinas: útiles para enjuagar las fosas nasales con una solución salina y ayudar a despejar las vías respiratorias y mantenerlas húmedas. Los aerosoles nasales salinos también pueden proporcionar alivio.
• Sufumación con vapor: indicada para diluir la mucosidad.
• Aplicación de compresas calientes sobre la nariz.
• Duchas con agua tibia.
• Beber mucha agua para hidratar las mucosas.
• Seguir una dieta adecuada y ligera basada en alimentos calientes y líquidos.
• Uso de una almohada que mantenga la cabeza elevada durante el sueño para aliviar la presión producida por la inflamación en las fosas nasales y facilitar la respiración.

En caso de congestión nasal persistente, siempre es aconsejable consultar al médico de cabecera para un tratamiento más específico y dirigido.