Niños, ¿por qué la respiración oral es mala para la salud?

La respiración es un proceso esencial para el cuerpo humano que se produce principalmente a través de la nariz de forma natural. La nariz no sólo actúa como canal de entrada de aire, sino que también desempeña un papel importante en la preparación del aire dentro del cuerpo. Aquí, el aire se calienta, se filtra de impurezas y se humidifica.

Sin embargo, durante la infancia, es frecuente desarrollar el hábito de respirar por la boca, fenómeno conocido como respiración oral.

¿Cuáles son las causas de la respiración oral?

La respiración oral se clasifica en tres categorías:

• Obstructiva
• Anatómica
• Habitual

La respiración oral obstructiva está causada por una obstrucción temporal de las vías respiratorias nasales, que puede deberse a una hipertrofia de las estructuras nasales, a una inflamación/infección o a la presencia de mucosidad: resfriados, sinusitis, rinitis, alergias.

En la respiración oral de origen anatómico, determinadas características de la estructura de las vías respiratorias impiden el flujo de aire a través de la nariz: desviaciones del tabique nasal, pólipos nasales, amigdalitis, adenoiditis, formas nasales disfuncionales.

La respiración oral suele desarrollarse debido a problemas reales en la respiración nasal y luego puede convertirse en un mal hábito debido a diversos factores: estrés, ansiedad, falta de educación en respiración nasal.

¿Cuáles son los indicios de la respiración oral?

Los niños con respiración oral suelen sufrir enfermedades relacionadas con la ORL y tienen la costumbre de mantener la boca abierta para dejar pasar el aire. Este comportamiento durante la noche puede asociarse a ronquidos, sueño agitado, sudoración abundante y pérdida de saliva. Por la mañana, las alteraciones del sueño pueden identificarse por una almohada mojada de saliva, halitosis, boca seca y dolores de cabeza.

El rostro de los respiradores bucales tiende con el tiempo a adoptar características específicas (facies adenoidea): cara alargada, ojeras acentuadas, boca abierta con labios voluminosos y secos, postura lingual baja, pómulos poco desarrollados, hombros curvados.

¿Cuáles son las consecuencias de respirar por la boca?

Respirar por la boca provoca un aumento de la producción y acumulación de mucosidad, lo que favorece el desarrollo y la persistencia de inflamaciones e infecciones en los sistemas respiratorio y auditivo. Además, aumenta la frecuencia de las respiraciones, mientras que la oxigenación de la sangre disminuye entre un 15 y un 20%.

Durante el crecimiento, si las fosas nasales no se estimulan adecuadamente, es posible que no se expandan correctamente. De hecho, la lengua, para permitir el paso del aire, cambia de postura bajando sobre el suelo bucal. Esto le impide contribuir al correcto desarrollo y expansión del paladar, que puede ser excesivamente estrecho y ojival.

Por lo tanto, si se padece respiración oral, siempre es aconsejable consultar a un otorrinolaringólogo para identificar las causas de cualquier problema respiratorio. Posteriormente, el logopeda se encargará de reeducar la respiración nasal y corregir los problemas musculares orofaciales derivados de respirar por la boca o por la nariz.